La mayoría de nosotros hace años que no pasa por un zoo, salvo para llevar a sobrinos, primos pequeños, hijos… Está claro que es mucho más emocionante plasmar animales en libertad (por no hablar de personalmente creo que es su estado ideal) pero no hay que ignorar las facilidades que este entorno nos ofrece para fotografiar una gran variedad de especies, además de ver en directo algunas que sólo conocemos en televisión.
Igual que salimos a la calle con la cámara cuando vemos que hace un día bonito, yo recomiendo ir de visita al zoológico alguna vez, con calma, parándonos el tiempo que haga falta en cada lugar, para poder captar momentos del día de los distintos animales, que de otra manera no podríamos ni ver.
En mi caso, estas instantáneas fueron tomadas en el recinto de Madrid, que goza además de un acuario verdaderamente amplio, donde podemos aprender a fotografiar en condiciones de muy poca luz y con la prohibición de usar el flash para no molestar a los peces.
Aunque en mi caso disfruté bastante de este día, no puedo evitar plantearme si no es posible el poder ver a estos animales en unas condiciones un poco más idóneas para ellos, ya que en la mayoría de estos parques, los recintos fueron construidos hace años y son excesivamente pequeños, por no hablar de la tristeza y aburrimiento que podemos vislumbrar en la cara de algunas especies, las más destacables, los primates.