Tomé esta fotografía en el 2006, aprovechando que me encontraba en Italia con una beca Erasmus.

En esta ocasión, como en tantas otras, me acompañaba la Canon AE-1 Program de mi padre,  gracias a la cual me inicié en el mundo de la fotografía. Resulta una experiencia maravillosa ver las caras de tanta gente (que ya disponen sin duda de cámara dígital) cuando una lleva al cuello una cámara de la que aún hay que pasar el carrete manualmente.

Venecia es siempre una ciudad increíble en la que abundan tantos turistas que es casi imposible sentirse solo, pero en el Carnaval adquiere un encanto especial, cuando uno se sorprende continuamente con personajes como el de la foto. Y si además de disfrutarlo el día es tan luminoso como el que yo pude disfrutar, a veces llega una buena instantánea.

Siempre he sido seguidora de National Geographic, como tantos otros he conocido lugares fascinantes gracias a sus documentales o revistas, por lo que no dudé en participar en un concurso cuyo premio era la publicación de la fotografía ganadora en la revista National Geographic española. Y ¡Sorpresa! la foto fue ganadora de la temática «Fiestas y tradiciones»; cómo me costó rescatar y escanear ese negativo lleno de polvo que de milagro había sobrevivido a los rayones provocados por más de una mudanza.

Para aquel que tenga curiosidad, puede leer los datos técnicos en la imagen que adjunto de la página donde fue publicada.